Qué hacer en Mallorca

Palma de Mallorca ofrece numerosas actividades de arte y cultura, gracias a los numerosos museos localizados en el centro de la ciudad, como el Museo de Arte Contemporáneo Es Baluard, que cuenta con una cafetería que ofrece unas espectaculares vistas sobre la bahía. Otra de las actividades favoritas por quienes visitan Palma de Mallorca es ir de compras por las numerosas tiendecitas que se hallan salpicadas por las estrechas callejuelas de la ciudad.

El casco antiguo de Palma de Mallorca debe recorrerse a pie, debido a que no es una zona fácil para desenvolverse en coche. No obstante, alquilar un coche en Palma de Mallorca será de gran utilidad si se desean visitar algunos lugares próximos como los pueblos de Soller y Valledemossa, Formentor o la isla de la Cabrera.

El alquiler de coches en Palma de Mallorca posibilitará desplazarse hasta playas menos masificadas que las de Cala Mayor y Ciudad Jardín, localizadas dentro del propio municipio.

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Sitios emblemáticos en Mallorca

Castillo de Bellver

Castillo de Bellver

De estilo gótico mallorquín, el castillo de Bellver dista tres kilómetros de Palma y data del siglo XIV. Su privilegiado emplazamiento, sobre un monte boscoso, ofrece además unas vistas panorámicas inigualables de la propia ciudad de Palma y el puerto, así como de la Sierra de Tramontana. Su peculiaridad es que posee una planta circular, algo muy poco común en Europa. En su interior se ubica el Museo de Historia de la ciudad de Palma, que cualquier viajero que desee conocer la ciudad en profundidad debería visitar.

Catedral de Santa María

Catedral Santa María

Conocida popularmente como la Catedral de Palma, este templo de estilo gótico levantino se levanta sobre el mar, a orillas de la bahía. Su localización de privilegio,  con las murallas de la ciudad a sus pies, se suma como a atractivo a la belleza de la edificación misma, construida en el siglo XII, como curiosidad cabe señalar que fue el mismísimo Gaudí el encargado de una importante reforma en el siglo XX. Arquitectónicamente, cabe destacar el rosetón gótico, el más grande de Europa. Como suele ocurrir en muchos casos, la catedral se levantó sobre los restos de una antigua mezquita, que fue derruida por Jaime I El Conquistador.