Alquiler de coches en Manresa

Varias son las formas que tenéis para poder acceder a la ciudad de Manresa. La opción más conocida es aterrizar en el Aeropuerto de Barcelona – El Prat y desde allí recoger vuestro coche de alquiler en el aeropuerto de El Prat desde el buscador de Pepecar. Una vez tengáis el vehículo de alquiler ya podréis poner rumbo hacia Manresa. Para ir desde Barcelona la mejor opción es tomar la Autopista E-9 y un tramo de la carretera C-55 y en menos de una hora habréis llegado a vuestro destino. La distancia entre ambos lugares es de unos 65 kilómetros.

Otra de las opciones que tenéis es ir desde el Aeropuerto de Gerona. La distancia es de 108 kilómetros, por lo que en una hora y diez minutos aproximadamente habréis llegado gracias a vuestro coche de alquiler en Manresa. La carretera que debéis tomar es la C-25 y la Autopista Ap-7.

A lo largo de la historia, Manresa se ha convertido en una de las ciudades milenarias más importantes de la comarca de Bages, gracias a la confluencia de culturas de grandes personajes y momentos históricos que realzaron el esplendor del municipio. Entre los siglos XIII y XIV, y gracias a la prosperidad de la ciudad en esa época, Manresa se convirtió en una de las ciudades más prósperas de toda Cataluña. Entre los siglos XVII y XVIII, con la producción de seda y la visita de Ignacio de Loyola, este municipio alcanzó un estatus social que haría crecer de manera asombrosa. Y, fue en los siglos XIX y XX que Manresa vio su punto álgido en esplendor y desarrollo gracias a la construcción de una expansión de la ciudad.

Muestra de la importante historia y legado cultural de Manresa es el gran número de monumentos, casas señoriales, industrias, comercios e iglesias que podemos encontrar en toda la ciudad. Por ello, es crucial visitar puntos turísticos de gran belleza para poder comprender la historia del municipio. Entre los lugares más famosos, algunas visitas obligadas son el Museo Comarcal, que guarda entre sus puertas algunas de las piezas de cerámica del medievo más importantes de toda Europa, la Torre Sobrerroca, que era la antigua puerta por donde se entraba y se salía a la ciudad entre los siglos XIII y XIV, o el Puente Vell (Puente Viejo) que fue un puente romano reconstruido en el siglo XII y, nuevamente, en el 1960.