Qué hacer en Valencia

Valencia ofrece al viajero la oportunidad de descubrir una ciudad que combina con excelencia la riqueza de su histórico pasado, el peso de sus tradiciones y la modernidad de las urbes más punteras de Europa.

Sol, playa, deportes náuticos, montaña, rutas de senderismo, deportes de aventura… todo ello combina a la perfección con la celebración de grandes eventos internacionales, como la Copa América o las competiciones de Motoclismo y Fórmula1.

La oferta de ocio resulta extraordinaria, con un sinfín de bares, gastrobares y restaurantes donde es muy fácil acceder a lo mejor de la gastronomía y la enología de la tierra valenciana. Merece un lugar destacado el centro histórico de la ciudad, donde zonas como la del Mercado de Abastos, la Torre del Miquelet o la Calle de Los Caballeros, combina lo mejor de ahora en un entorno que deja patente el paso de las Tres Culturas.

Tecnología y divulgación se dan la mano en la Ciudad de las Artes y las Ciencias, escenario de películas de Hollywood, lugar de exposiciones, museos y encuentros científicos y centro de divulgación del saber.

Las Fallas y las fiestas del fuego son las otras grandes protagonistas de la tradición y el espectáculo valenciano. En torno al 19 de marzo y, alrededor de los ‘sanjuanes’, miles de personas visitan la ciudad para disfrutar de una forma muy particular de entender la diversión.

Las Fallas, los ninots, los fuegos artificiales, las mascletás… todo ello forma parte de una evolución que hunde sus raíces en la historia viva de Valencia. Si no quieres perderte nada, necesitarás un coche de alquiler, no lo dudes.

Sitios emblemáticos en Valencia

La Ciudad de las Artes y las Ciencias

Ubicada sobre el antiguo cauce del río Turia, la Ciudad de las Artes y las Ciencias se alza como un moderno complejo científico y cultural con clara vocación pedagógica. Sus imponentes instalaciones, distribuidas en media docena de espacios arquitectónicos y urbanísticos de última generación, se han convertido en la imagen internacional de Valencia.

Su aire futurista ha servido para que productoras de Hollywood del prestigio de Disney se desplacen para rodar películas como Tomorrowland, una cinta de ciencia ficción con George Clooney y Hugh Laurie como protagonistas.

Pero al margen de la soberbia imagen que transmite su arquitectura, la Ciudad de las Artes y las Ciencias está llena de contenido.

El primer edificio que se construyó fue el Hemisferic, una sala para diversas proyecciones con una pantalla de 900 metros cuadrados, bajo su cubierta ovalada de más de 100 metros de longitud, lo que la convierte en la sala de cine más grande de España, para IMAX, 3D y proyecciones digitales.

Concebido como el gran museo del siglo XXI, el Museo de las Ciencias es un espacio didáctico e interactivo, que permite al visitante experimentar en primera persona los principios científicos, así como disfrutar del entorno pedagógico sobre la evolución, la tecnología y la ciencia. No es de extrañar que sea una de las instalaciones más visitadas del país, con más de 29 millones de personas que han desfilado bajo su techo desde su apertura en el año 2000 y hasta finales de 2013.

El Oceanogràfic es el mayor acuario de Europa, con capacidad para albergar la recreación de los principales ecosistemas marinos de la Tierra. Más de 10 metros de profundidad y 24 millones de litros de agua para acercarnos a la realidad biológica del Mediterráneo, el Mar Rojo, los Humedales, los Mares Templados y Tropicales, los grandes Océanos, las Islas, el Ártico y el Antártico. Un auténtico viaje submarino.

Cuatro gingantescas salas componen las instalaciones del Palau de les Arts, un espacio destinado a la música, la danza y las artes escénicas. Este centro dota a Valencia de un lugar extraordinario para disfrutar de la programación operística.

Estanques, paseos, jardines, zona de exposiciones… es el Umbracle, un mirador de más de 17.000 metros cuadrados, donde se encuentra el Jardín de Astronomía y el Paseo del Arte, el lugar idóneo para contemplar la grandeza del conjunto de la Ciudad de las Artes y las Ciencias.

Por último nos queda el Ágora, un espacio multidisciplinar de gran belleza y versatilidad que permite adaptar el espacio a todo tipo de eventos, entre ellos los deportivos como el Open 500 de Tenias

Playa de la Malvarrosa

La Playa de la Malvarrosa, ubicada en el barrio del mismo nombre, es el resumen más logrado de una verdadera playa urbana. En plena ciudad, con un paseo marítimo extraordinario, no se resta ni un ápice de calidad a su arena y la limpieza de sus aguas.

Hablamos de un lugar abierto y extenso que, además de la multitud de restaurantes y locales de copas que lo salpican, resulta ideal para la celebración de grandes eventos al aire libre.

Evidentemente, la calidad del clima mediterráneo de Valencia consiguen la Playa de la Malvarrosa sea uno de los puntos favoritos de propios y extraños para vivir la ciudad, tanto desde el punto de vista lúdico y deportivo como desde una óptica gastronómica y urbanita, que permite disfrutar del entorno a la luz del sol valenciano y también como punto de diversión nocturna.

Hemos de destacar que la playa es perfectamente accesible para visitantes con discapacidad y que, además, cuenta con parques saludables para la práctica de actividades físicas al aire libre, destinado preferentemente a mayores.

En la propia Playa de la Malvarrosa podemos encontrar una escuela de vela y ni que decir tiene que este pedazo de litoral valenciano cuenta con el Certificado Q de Calidad Turística.

Las Fallas de Valencia

Las Fallas, junto a las Fiestas de Moros y Cristianos, son sin lugar a dudas las celebraciones grandes de la Comunidad Valenciana. Miles de personas llegan a la ciudad del Turia para celebrar la fiesta grande de la primavera de Valencia, para la que los habitantes de la ciudad trabajan durante todo el año.

Equiparable a los Sanfermines, la Feria de Abril o la Tomatina de Buñol, Las Fallas de Valencia hace mucho que rompió barreras y se convirtió en una de las fiestas más importantes del calendario español y una cita indiscutibles para viajeros de todo tipo de nacionalidad.

Conciertos, feria, fuegos artificiales, exposiciones, teatro, ofrendas, desfiles… durante estas fechas Valencia es un guirigay de actividades de todo tipo y resulta prácticamente imposible asistir a todos en una sola visita.

Pero si existe algo que caracteriza a estas fiestas por encima de todo son los ninots y el fuego. El trabajo de los artesanos y los talleres que elaboran los grupos escultóricos que luego arderán en la Nit de la Cremá.

Eso sí, uno debe estar dispuesto a vivir jornadas intensas y ruidosas, porque la pólvora es el otro ingrediente básico de una fiesta que se remonta oficialmente al siglo XVIII, si bien los trajes que visten las falleras imitan a los del siglo XVI.

Las jornadas comienzan con la ‘despertá’, cuando los valencianos se encargan de despertar la ciudad a golpe de petardos, pues la pólvora es otra de las muchas herencias que dejaron aquellos moros en el antiguo Reyno de Valencia.